domingo, 17 de agosto de 2008

Estudio del ens veneni

"Si una mujer deja a su marido, no se halla entonces libre de él, ni él de ella, pues una unión marital, una vez establecida, permanece para toda la eternidad" (De "Homunculis", Paracelso).

“Cada cosa en sí misma es perfecta y buena. Sólo cuando entra en relación con otra cosa se produce el bien y el mal relativos. Si entra en la constitución del hombre una cosa que no está en armonía con sus elementos, la una es para la otra una impureza y puede llegar á ser un veneno”. (“Paramirum”, II,1)

No hay duda que la química, fisiología y patología modernas enseñan más que la ciencia antigua respecto á la constitución química, la acción fisiológica de los venenos y los efectos patológicos que producen en el cuerpo animal; pero el explicar el orden en que se efectúa un proceso no basta para explicar el porque tiene lugar, y todavía queda un vasto campo abierto á la investigación, porque ahora sólo podemos notar el hecho de que ciertas substancias físicas tienen en el cuerpo humano una acción destructiva, mientras que las mismas substancias con una ligera diferencia en el arreglo de sus moléculas, no sólo no son dañosas, sino que sirven aún de alimento[30]; que ciertas substancias tienen una acción específica sobre la naturaleza emocional del hombre, produciendo una inclinación á ciertos estados de su constitución astral, tales como la irritabilidad, la cólera, la codicia, etc., la cual no podrían tener si no contuviesen elementos correspondientes, mientras que otras tienen una acción específica sobre la mente, tal como la decadencia de la memoria, la parálisis de la voluntad, la excitación de la imaginación, todo lo cual no podrían producir si no existiese en ellas algún principio mental substancial.

Para la ciencia material, el universo es un producto de la fuerza mecánica creada por la materia inconsciente; para el idealista es un sueño que no tiene en sí nada real; pero visto con el ojo de la sabiduría, es una manifestación de la vida, con la potencialidad de la conciencia contenida en todas las cosas. El amor y el odio existen en los minerales lo mismo que en los hombres, sólo en otro estado de conciencia. Podríase escribir una tragedia ó comedia respecto de la historia de la familia de los minerales describiendo, por ejemplo, como la hermosa princesa Sodio se enamoró de un fogoso joven llamado Oxígeno, y se casó con él; mas la feliz unión duró hasta que un día un caballero celoso, llamado Gloriono, se enamoró de ella, y, aunque él mismo estaba casado con una mujer ligera llamada Hidrógenia, se llevó á la princesa, y no quedó al pobre Oxigeno otro recurso que tomar la mujer abandonada y con ella convertirse en agua. Semejante historia difiere de una parecida en la vida humana, tan sólo en que los personajes de ésta siguen inteligente y conscientemente ciertas leyes que imperan sin inteligencia individual en el reino mineral. No hay más que una Conciencia y una ley de Armonía en el mundo, y conforme á ella surgen consonancias y disonancias en los tres reinos de la naturaleza.

La influencia de la luz de la verdad es un veneno para los conceptos erróneos que existen en la mente, y los pensamientos terrenos son impurezas para la mente que aspira al reino de los cielos. Los malos deseos crean los malos pensamientos y dan origen á las malas acciones; los buenos deseos procrean sus especies, dando origen á buenos pensamientos y aspiraciones, de los cuales nacen buenos hijos. La suma de los deseos individuales del hombre constituyen la atmósfera mental que rodea al mundo en general, y á cada localidad en particular; y el estado de la mente finalmente se expresa en el plano exterior de manifestación. No es más difícil envenenar una mente con pensamientos impuros que envenenar un cuerpo con drogas, impuros es aquel que tiene muchos deseos diferentes; pura es la mente que no tiene más que una voluntad.

La medicina popular se ocupa únicamente con los efectos externos y las causas físicas; la ciencia oculta va más lejos y busca las causas fundamentales y los efectos finales, los que son muchísimo más importantes que las manifestaciones que tienen lugar en la forma física. Por ejemplo, un trato sexual ilícito no sólo ocasiona enfermedades venéreas, sino que, como durante el acto se efectúa hasta cierto punto una unión de las naturalezas interiores, un hombre que cohabita con una mujer depravada toma algunas características de ella y une hasta cierto grado el futuro Karma y destino de esta mujer al suyo. La base de la existencia de los seres humanos es aquello que, por falta de expresión más adecuada, ha sido llamado Voluntad (Espíritu ó Vida), y así como un cuerpo puede dar colorido á otro ó envenenarlo, de igual modo se efectúa una coloración y quizá un envenenamiento por una mezcla de los espíritus durante el trato sexual, siendo esta “substancia espiritual” la esencia de cada ser humano.

“Si una mujer deja á su marido, no se halla entonces libre de él, ni él de ella, pues una unión marital una vez establecida, permanece para toda la eternidad” (“De Homunculis”).

Lo que nutre á una cosa contribuye á la formación de su substancia. El cuerpo físico recibe su nutrimento del plano físico; el alma es nutrida por las influencias que proceden del alma del mundo; el intelecto se nutre, crece y se ensancha en el plano intelectual. Un cuerpo mal nutrido se enferma; un alma que se sustenta con deseos mórbidos y anhelos desordenados se deprava; una mente alimentada con teorías falsas, errores y supersticiones, se empequeñece, se pervierte y se vuelve incapaz de mirar al sol de la verdad. El alimento del alma y de la mente es tan substancial para ellos, como lo es el alimento material para el cuerpo material, el cuerpo, alma y espíritu, siendo tres estados del eterno Uno manifestado en tres planos de existencia diferentes, y siendo gobernados por una ley fundamental única. Lo que el estómago es para el cuerpo la memoria lo es para la mente. Ambos están relacionados: un estómago dispéptico es causa de una memoria defectuosa y de un genio irritable; una índole irritable es causa de indigestión y olvido; el olvido puede producir la desatención, la irritabilidad y la dispepsia. El alma, el cuerpo y la mente son uno en el hombre, y las enfermedades que existen en el uno, pueden causar impurezas en los otros; cada pasión en el hombre, cada superstición en la que cree firmemente, es capaz de envenenar su cuerpo y producir cierta enfermedad. La creencia en la salvación facilitada hace al hombre indolente, la indolencia produce la falta de dominio de sí mismo, la cual es causa de la falta de resistencia á las influencias dañosas en el plano físico. Repetidas calamidades físicas pueden hacer á un hombre cobarde, y su cobardía le impide abandonar una doctrina que por intuición sabe que es falsa. La cólera es dañosa no sólo á la salud del cuerpo, sino que destierra á la razón perturbando la mente; la ira no sólo causa la miopía mental, sino también la física, y con frecuencia un oído defectuoso es la causa de un carácter receloso.

De esta manera se pueden hacer innumerables comparaciones y encontrar analogías, y podríamos citar casos para probar la exactitud de esta teoría, si nos lo permitiese el espacio, y si fuese necesario probar por argumentos y hechos la verdad de la unidad del todo, la cual ha de ser evidente para todo aquel que se tome la molestia de buscar en sí mismo la respuesta á semejantes preguntas.

Empero lo superior no puede obrar sobre lo inferior sin un eslabón intermedio que los una; el espíritu no puede obrar sobre el cuerpo sin el eslabón conexivo del alma, ni el alma sobre el cuerpo, sino por medio de la vida. No podemos preparar por medio del amor un plato de sopa para un mendigo que perece de hambre; pero el amor mueve la voluntad y ocasiona acciones que la mente dirige, y así puede cocerse la sopa después de todo, gracias al poder del amor ó caridad. La mayor dificultad para comprender las leyes ocultas, proviene del hecho de no poder percibir las causas remotas, ni tratar de enlazarlas con los efectos últimos, sin la capacidad de ver á través de la red intrincada de causas intermedias entre las dos extremidades.

(……….) Al abandonar el alma el cuerpo físico por causa de la muerte, se lleva todos sus valores de conciencia. Al reencarnar en un nuevo cuerpo físico trae todos estos valores de conciencia, tantos buenos como malos. Estos valores son energías positivas y negativas.

Todo ser humano corriente tiene en su atmósfera astral cultivos de larvas de formas tan extrañas que la mente no puede concebir.

Los valores positivos traen salud y dicha. Los valores negativos se materializan en enfermedades y amarguras.(……). Cada defecto humano, es pues, un veneno para el organismo.

Indudablemente la energía sexual es el origen de la vida misma, por lo cual es lógico que al abusar de ella, encontremos como consecuencia la poca producción hormonal y estas son la fuente de la vida, solo hay que reflexionar en el hecho de una persona de edad al enamorarse pone en actividad las fuerzas sexuales y éstas a su vez las demás glándulas, dando como consecuencia vida. Pero los distintos yoes de la pasión animal, de los celos, del adulterio, de la pornografía, etc. hacen que la energía sexual se polarice en su aspecto negativo, se disminuya la producción hormonal y como consecuencia venga la debilidad, la enfermedad y la muerte.
Las enfermedades que provienen de las acciones é impurezas venenosas en todos los planos de la existencia.
Nada es venenoso ó impuro en sí mismo; sólo cuando están en contacto dos cosas cuyas naturalezas son incompatibles la una con la otra, puede tener lugar una acción venenosa ó producirse una condición impura.

Referencias:
Franz Hartmann
Samael Aun Weor

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