domingo, 31 de agosto de 2008

Estudio de Ens Spirituale (II parte)

Enfermedades que provienen de causas espirituales

“Espíritu” – de spiro, soplar – quiere decir aliento. “Aliento” significa un poder totalmente distinto de la fuerza mecánica, por tener conciencia, vida é inteligencia. En su aspecto como poder universal, quiere decir el aliento de Dios que hizo pasar al universo de un estado subjetivo á una existencia objetiva, en su aspecto individual es el poder espiritual que mora en el hombre.

El espíritu es Conciencia en todos los planos ó estados de existencia; pero no se sigue de esto que todas las fuerzas en que mora, manifiesten necesariamente autoconciencia ó sean siquiera conscientes de su existencia. Para que se manifieste la perfecta autoconciencia espiritual, se necesita un organismo espiritual tal como no lo posee el hombre ordinario, á menos que haya renacido en espíritu. En las formas el reino mineral, la presencia del espíritu es perceptible por las manifestaciones de la vida mineral; en el reino vegetal por las manifestaciones de la vida vegetal, y en el reino animal, por las de la vida animal, pues el espíritu es la base de la vida en el mundo físico, astral, intelectual y espiritual; y como el espíritu del universo es el aliento espiritual de Dios, el cual procede del centro y á él vuelve, así es el espíritu del hombre el poder espiritual que entra en su constitución y vuelve á salir á la muerte del cuerpo.

“Espíritu es aquello que nace de nuestros pensamientos, inmaterial y en el cuerpo vivo.
Aquello que nace después de nuestra muerte es el alma” (“Paramirum” l.I., C.iv., 2).
“El espíritu no nace del raciocinio, sino de la voluntad”. (Ibid.3).
En otras palabras, el “espíritu” es una forma de Voluntad dotada de pensamiento; un poder espiritual ni bueno ni malo por sí mismo, pero que se vuelve bueno ó malo conforme al objeto para el cual se emplea. Sus funciones son el querer, el imaginar y el recordar.

Muchísimo se ha escrito acerca del poder de la voluntad y de la imaginación de la Naturaleza, por medio de las cuales los tipos que existen en la memoria de la mente universal vuelven á expresarse continuamente en formas físicas visibles; aquí tenemos que ocuparnos tan sólo con las cualidades de estas tres funciones, y los efectos que producen en el cuerpo del hombre.

En las tres secciones precedentes de este capítulo hemos considerado las causas de las enfermedades que se originan en la parte terrestre de la constitución humana; ésta y la siguiente tratan de su parte espiritual.

Hay dos sujetos en el hombre; el uno es un ser material, el otro un ser espiritual (cuerpo mental), impalpable, invisible, sujeto á sus propias enfermedades (discordancias); el uno pertenece al mundo material, el otro al mundo espiritual, teniendo cada uno sus propios estados de conciencia, percepción y memoria, sus propias asociaciones con seres de su especie. Sin embargo los dos son uno durante esta vida, y el espíritu influye en el cuerpo, mas no el cuerpo en el espíritu. Por consiguiente, si el espíritu está enfermo, es inútil medicar el cuerpo; pero si el cuerpo está enfermo, puede curarse dando remedios al espíritu”. (Lib. “Paramir”., I., iv., 4 y 7).

Esta parte espiritual, ó cuerpo mental del hombre, es el vehículo del espíritu reencarnante, cuando la individualidad espiritual evoluciona una nueva personalidad de la tierra. Para comprender lo que se dice en la sección siguiente de este capítulo, será preciso entender la teoría de la Reencarnación, de la cual sólo podemos dar un bosquejo dentro de los límites de esta obra. H.P. Blatvaski dice aquello que reencarna es:

“El Ego Espiritual reflexivo, el principio permanente en el hombre, ó aquello que es el centro de Manas. El hombre individual ó divino no es Atma, ni tampoco Atma – Buddhi, sino Manas, porque Atman es el Todo Universal, y se convierte en el Yo Supremo del hombre sólo en conjunción con Buddhi, su vehículo, que lo une á la individualidad (ú hombre divino)”.

La resurrección del cuerpo físico es una superstición moderna en la cual no creyó jamás ninguno de los filósofos antiguos ó verdaderos cristianos.

Voluntad
“Voluntad” se deriva de volo, quiero, deseo; pero es por completo distinta de aquel deseo egoísta que resulta de las fantasías del cerebro. La verdadera voluntad es un poder fuerte que viene del centro (el corazón); en su aspecto superior es aquel poder creativo que dio existencia al mundo. Todas las acciones voluntarias é involuntarias en la naturaleza y en el organismo del hombre tienen su origen en la acción de la voluntad, sea que tengamos conciencia de ello ó no.
“No sabéis una jota del poder verdadero de la voluntad”. (Paracelsus, “Paramir”., I., iv.,8).

En el plano físico la voluntad funciona, por decirlo así, inconscientemente, llevando á cabo ciegamente las leyes de la naturaleza, causando atracciones, repulsiones, guiando las funciones mecánicas, químicas y fisiológicas del cuerpo sin que la inteligencia del hombre tome parte en este proceso. El hombre mismo es una manifestación de voluntad, y la voluntad (espíritu) en él puede hacer muchas cosas sin depender de la actividad intelectual del cerebro; todo lo cual la fisiología moderna deja sin explicación, aunque no puede negar los hechos. Por ejemplo, un pianista hábil no necesita determinar primero qué movimiento debe imprimir á los músculos de sus dedos antes de tocar una tecla; sino que lo hace por instinto después de que su espíritu ha sido educado para ello. El arte del funámbulo, las suertes y ejercicios gimnásticos de todas clases son el producto de una voluntad educada, y sin ella serían imposibles. El intelecto puede vigilarlos, mas no guiarlos. Su esfera de acción se limita á la del cuerpo en que mora.

En su aspecto superior la voluntad es un poder consciente, que se manifiesta como emociones, virtudes y vicios de varias clases. Su esfera de acción se extiende hasta las esferas de la influencia de la mente individual. Es así que la voluntad de un superior ejerce una influencia sobre la de sus inferiores, un preceptor sobre sus discípulos, un general sobre su ejército, un sabio sobre el mundo.

En su aspecto supremo, la voluntad se manifiesta como un poder auto – consciente, capaz de obrar mucho más allá de los límites de la forma corpórea, de la cual procede, constituyendo, por decirlo así, un ser espiritual organizado, é independiente que funciona bajo la dirección de la inteligencia de la persona de la cual procede. Por extraña que parezca esta aserción, es cierta sin embargo, y los fenómenos del “hipnotismo” ahora reconocidos, han dado la clave para comprender tales fenómeno. Una investigación en este asunto nos llevaría al dominio de la magia, espiritismo, brujería, hechicería, etc., etc., lo cual no forma parte de nuestro presente objeto, y de lo cual se ha tratado ya en otra obra.

Así como una voluntad mala es la causa de muchas enfermedades, así también una voluntad buena es un gran remedio para curarlas. Mientras que dos necios que se hipnotizan uno á otro producen una mezcla de locura, el poder mágico de la buena voluntad autoconsciente de un médico ilustrado puede despertar la confianza y devolver la salud en muchos casos en que no sirven de nada todos los remedios de la farmacopea; por consiguiente, el cultivo de este poder es de suma importancia, más aún que el conocimiento de todos los detalles respecto á la acción de las drogas. La ciencia y la sabiduría deberían cultivarse juntas, mas no aquélla á expensas de ésta.

Imaginación
“Imaginación” quiere decir el poder de la mente para formar imágenes; desde las imágenes quiméricas de un sueño hasta las imágenes vivas y corpóreas formadas por el poder de un Adepto. Esta facultad que era bien conocida de los sabios antiguos que la poseían, se halla casi por completo desconocida de la ciencia médica popular, la cual, á pesar de sus descubrimientos recientes de lo que se llama ahora “sugestión”, no parece todavía sospechar la extensión de su poder. No se puede enseñar el uso de este poder á los que no lo poseen, y hay muy pocos que lo tienen desarrollado; pues nuestra generación actual es de una especie esencialmente adámica (terrestre) é impotente; llevando una vida de ensueños y hallándose compuesta de ensueños, su imaginación es tan débil como un sueño. El verdadero poder de imaginación activa y efectiva pertenece al hombre interno espiritual, el que en la mayor parte de la humanidad, no ha despertado aún á la vida. Sólo cuando los hombres y las mujeres hayan entrado en la vida verdadera – ó en otras palabras, cuando se haya vuelto consciente el espíritu que mora en ellos – podrán tener y emplear los poderes espirituales, como los que constituían los Arcanos de Teofrasto Paracelso, sobre los cuales se ha especulado tanto en la literatura moderna, aunque sin saber gran cosa acerca de ellos – piedra de tropiezo y manantial abundante de error para tantos de nuestros observadores modernos de superficies.
No censuramos la ciencia médica popular por no saber lo que no sabe, pero creemos que no se debería fomentar la presunción de los que figuran temporalmente como los representantes de la ciencia, y que dogmáticamente declaran inútil y absurdo todo lo que no poseen. No hace tanto tiempo que la ciencia aceptada se burló de la redondez de la tierra y declaró oficialmente que no podían caer meteoros del cielo “porque no había piedras en el cielo”; censuró de superstición degradante la creencia en los fenómenos psíquicos, y ridiculizó la idea de construir barcos de vapor y telégrafos, etc. estos errores no provienen de la ciencia, sino de la ignorancia y presunción estúpidas; son el resultado de las flaquezas humanas, las cuales existen ahora lo mismo que en los tiempos antiguos, y no se pueden curar, sino por medio del desarrollo de un poder superior para conocer la verdad.

Memoria
El tercer gran poder del espíritu que se manifiesta en la mente, es el poder de la memoria, ó sea el poder que tiene el espíritu del hombre para visitar dentro de la esfera de su mente aquellos lugares en que se conservan las impresiones de las experiencias pasadas, y así volver á tratarlas al campo de la ciencia. Cualquiera que sea la función que desempeñe el cerebro físico al servirse de esta facultad del espíritu, (el cerebro no es más á la memoria que el ojo á la vista) es simplemente el instrumento para la percepción, mas no el que percibe, ni el objeto de la percepción, ni la percepción misma. Recordar una cosa es ver su impresión ó imagen en la luz astral; recapacitar una cosa es fijar la atención en el lugar en que se conserva la impresión de la mente, y la facultad por la cual se puede hacer esto, es la relación que existe entre el Criador y sus criaturas. Habiendo formado el hombre un pensamiento ó idea, ó percibido una imagen, puede traerla á la memoria, porque la impresión es creación suya – habiendo procedido de él; es una parte del mundo.
Depende del grado de poder espiritual de percepción en el hombre el que pueda ver clara y vívidamente estas imágenes en la luz astral, ó que aparezcan obscuras, inciertas é indistintas; pero en la inmensa mayoría de los hombres y mujeres de la generación actual, este poder de percepción no penetra ni se eleva más allá de la Luz Astral, mientras que el hombre espiritual pueda hacerlo y contemplar no solo los recuerdos de su encarnación actual, sino también los de sus estados de existencia anteriores.

La Voluntad, la Imaginación y la Memoria son la causa de muchas enfermedades y éstas pueden producirse abusando uno de dichas facultades, ó ejercitándolas sobre otro. Cualquier especie de pensamiento, sea malvado ó virtuoso, si adquiere fuerza y substancia por el consentimiento de la voluntad, nace en el mundo interior como ser elemental, el que crece con cultivarse de suerte que llega finalmente á causar obsesión á su propio padre y producir efectos visibles sobre el cuerpo físico. La imaginación de los animales produce cambios en el color de su prole; la imaginación de una madre puede producir marcas en el niño; el traer á la memoria los acontecimientos funestos conservando constantemente semejantes recuerdos en la mente, produce melancolía, el mal genio, y el desaliento, la cólera, la codicia, la concupiscencia, la avaricia, etc. Todas las formas del mal, producen no sólo estados morbosos en la mente, sino también ciertos cambios definidos en el cuerpo físico, todos los cuales ofrecen un vasto campo para la ciencia psicológica del porvenir. No es posible aquí tratar de exponer semejante ciencia mental, pero existe ya sobre este asunto una vasta literatura que la ciencia desatiende.

Por: V:.A:.Franz Hartman

domingo, 24 de agosto de 2008

Estudio del Ens Spirituale (I parte)

Al hablar del ENS ESPIRITUALE tenemos que ser claros en la expresión y precisos en el significado, porque ENS ESPIRITUALE es complejo en su esencia y en sus accidentes.

Al hablar de los Tatwas, que son criaturas elementales de los vegetales, advertimos que pueden ser utilizados por los magos negros para causar daño a sus enemigos. Cada vegetal es un extracto tátwico.

¿Y qué es Tatwas? Sobre esto se ha hablado bastante, pero no ha sido bien comprendido. Tatwa es vibración del éter. Todo sale del éter y todo vuelve al éter. Rama Prasá, el gran filósofo indio, habló de los Tatwas, pero no enseñó a manejarlos por no conocer a fondo la sabiduría de los Tatwas. También H.P. Blavatsky, en su obra «La Doctrina Secreta» habló de los Tatwas, pero ella desconocía la Técnica esotérica que versa sobre el uso práctico de los Tatwas.

Todo el universo está elaborado con la materia etérica Akasha, término usado por los indostaníes. El éter se descompone en siete modalidades diferentes que, al "condensarse", dan origen a todo lo creado.

El sonido es la materialización del Akasha Tatwa. El sentido del tacto es la materialización del Vayú Tatwa. El fuego y la luz que percibimos con nuestros ojos es la materialización de Tejas Tatwa. La sensación del gusto no es más que la condensación del Tatwa Apas. El olfato es la materialización de Prithví Tatwa. Hay otros dos Tatwas que sólo sabe manejar el mago. Son el Adi Tatwa y el Shamadi Tatwa.

Akasha, es la causa primaria de todo lo existente. Vayú es la causa del aire y del movimiento. Tejas es el éter del fuego animando las llamas. Prithví es el éter del elemento tierra acumulado en las rocas. Apas es el éter del agua que entró en acción antes de Prithví, pues antes de que hubiera tierra hubo agua.

Los cuatro elementos de la naturaleza: tierra, fuego, agua y aire, son una condensación de cuatro clases de éter. Estas cuatro variedades de éter están densamente pobladas por innumerables criaturas elementales de la naturaleza.

Las salamandras viven en el fuego (Tatwa Tejas). Las ondinas y las nereidas en las aguas (Tatwa Apas). Las sílfides en las nubes (Tatwa Vayú). Los gnomos y pigmeos en la tierra (Tatwa Prithví).

Los cuerpos físicos de las salamandras son las plantas, hierbas y raíces de los vegetales influidos por los signos del fuego.

Los cuerpos físicos de las ondinas son las plantas, hierbas y raíces de los vegetales influidos por los signos zodiacales del agua.

Los cuerpos físicos de las sílfides son las plantas, hierbas y raíces de los vegetales influidos por los signos de aire.

Los cuerpos físicos de los gnomos son las plantas, hierbas y raíces de los vegetales influidos por los signos zodiacales de tierra.

Manipulando el poder oculto de las plantas de agua, podemos operar con Apas y desatar las tempestades o apaciguar las aguas.

Manejando los elementales del aire encerrados en los vegetales de este signo (Vayú) podemos desatar o calmar los vientos y huracanes.

Manejando el poder oculto de las hierbas de los signos de tierra podemos transmutar el plomo en oro, pero para ello necesitamos de Tejas también.

Las tradiciones prehistóricas de la América precolombina nos aseguran que los indios trabajaban el oro como si se tratara de blanda arcilla. Esto lo conseguían con los elementales de las plantas, cuyo elemento etérico son los Tatwas.

En el mar estallan grandes batallas entre los elementos. Las ondinas lanzan el éter de sus aguas contra las sílfides, y éstas, devuelven el ataque enviando ondas etéricas contra las ondinas. De la agitada combinación de agua y aire estalla la tempestad. El rugido del mar y el silbido del huracán son los gritos de guerra de estos elementales.

Los elementos de la naturaleza se agitan cuando los correspondientes elementales se emocionan, entusiasman o mueven intensamente.

Al manipular los elementales de las plantas, nos hacemos dueños de sus Tatwas y de los poderes que ellos encierran.

El cuerpo etérico del hombre está constituido de Tatwas y sabemos que este cuerpo es la base sobre la que opera la Química orgánica.

La misma ciencia oficial, en sus tratados de física, ya no puede negar que el éter penetra todos los elementos físicos.

Dañando el cuerpo etérico, se daña matemáticamente el cuerpo físico. Utilizando los elementales vegetales y las ondas etéricas, pueden causar daño a distancia al cuerpo etérico entidades perversas. Las consecuencias son muy graves.

Los otros cuerpos internos también son materiales, y como tales, tienen sus enfermedades, sus medicinas y sus médicos. No son raras en el templo de Alden las operaciones quirúrgicas.

Un grave daño en el cuerpo mental, al transmitirse reflejamente en el cerebro físico, produce la locura. La desconexión entre el cuerpo Astral y el Mental, ocasiona locura furiosa. Si no hay ajuste entre el Astral y el etérico, necesariamente, resulta el idiota o cretino.

En el templo de Alden, en donde moran los grandes Maestros de la Medicina: Hipócrates, Paracelso, Galeno, Hermes y otros, hay un laboratorio de alquimia de alta trascendencia. Este templo está en el Astral, en las entrañas vivas de la gran Naturaleza.

Los cuerpos internos comen, beben, asimilan, digieren y excretan, exactamente lo mismo que el organismo físico, pues son cuerpos materiales en diverso grado de sutilidad solamente.

En toda sensación y reacción, estos cuerpos utilizan los Tatwas. Los Tatwas son la base fundamental de todo lo existente, y de la misma manera pueden ser vehículos de amor o de odio.

Lamento tener que disentir de la opinión del Maestro Huiracocha sobre el horario Tátwico. En su «Tatwametro» dice él, que cada Tatwa vibra durante 24 minutos cada dos horas, en el siguiente orden: Akasha, Vayú, Tejas, Prithví, Apas.

Asegura Huiracocha que esta vibración de los Tatwas se inicia diariamente con la salida del sol. Esto está en desacuerdo con los hechos y las observaciones. El mejor horario tátwico es el de la Naturaleza.

Cuando el tiempo está frío, húmedo y lluvioso, encapotado el cielo de densos nubarrones, quiere decir que su causa radica en el éter mismo del agua (Apas). Cuando esto ocurre, las ondas etéricas del agua están sometidas a una fuerte vibración cósmica que coincide generalmente con una posición de la luna.

En horas o días de huracanes y brisa, podemos asegurar que las ondas etéricas del aire (Vayú) están en agitación y vibración.

Tardes llenas de sol, nos hablan claramente que el éter del fuego (Tejas) está vibrando intensamente.

Tiempo seco, bochornoso, nos traduce vibraciones de Akasha.

Horas llenas de alegría, plenas de luz las produce Prithví.

El mejor horario Tátwico, es el de la Naturaleza. Cuando se agitan las ondas del fuego, la creación se inunda de luz y calor.

Si el éter acuoso vibra, se mueven las aguas y todo se humedece.

Cuando las ondas etéricas del elemento tierra, bullen y vibran, se alegra la Naturaleza entera.

Las estaciones de verano se pueden determinar al principiar cada año.

domingo, 17 de agosto de 2008

Estudio del ens veneni

"Si una mujer deja a su marido, no se halla entonces libre de él, ni él de ella, pues una unión marital, una vez establecida, permanece para toda la eternidad" (De "Homunculis", Paracelso).

“Cada cosa en sí misma es perfecta y buena. Sólo cuando entra en relación con otra cosa se produce el bien y el mal relativos. Si entra en la constitución del hombre una cosa que no está en armonía con sus elementos, la una es para la otra una impureza y puede llegar á ser un veneno”. (“Paramirum”, II,1)

No hay duda que la química, fisiología y patología modernas enseñan más que la ciencia antigua respecto á la constitución química, la acción fisiológica de los venenos y los efectos patológicos que producen en el cuerpo animal; pero el explicar el orden en que se efectúa un proceso no basta para explicar el porque tiene lugar, y todavía queda un vasto campo abierto á la investigación, porque ahora sólo podemos notar el hecho de que ciertas substancias físicas tienen en el cuerpo humano una acción destructiva, mientras que las mismas substancias con una ligera diferencia en el arreglo de sus moléculas, no sólo no son dañosas, sino que sirven aún de alimento[30]; que ciertas substancias tienen una acción específica sobre la naturaleza emocional del hombre, produciendo una inclinación á ciertos estados de su constitución astral, tales como la irritabilidad, la cólera, la codicia, etc., la cual no podrían tener si no contuviesen elementos correspondientes, mientras que otras tienen una acción específica sobre la mente, tal como la decadencia de la memoria, la parálisis de la voluntad, la excitación de la imaginación, todo lo cual no podrían producir si no existiese en ellas algún principio mental substancial.

Para la ciencia material, el universo es un producto de la fuerza mecánica creada por la materia inconsciente; para el idealista es un sueño que no tiene en sí nada real; pero visto con el ojo de la sabiduría, es una manifestación de la vida, con la potencialidad de la conciencia contenida en todas las cosas. El amor y el odio existen en los minerales lo mismo que en los hombres, sólo en otro estado de conciencia. Podríase escribir una tragedia ó comedia respecto de la historia de la familia de los minerales describiendo, por ejemplo, como la hermosa princesa Sodio se enamoró de un fogoso joven llamado Oxígeno, y se casó con él; mas la feliz unión duró hasta que un día un caballero celoso, llamado Gloriono, se enamoró de ella, y, aunque él mismo estaba casado con una mujer ligera llamada Hidrógenia, se llevó á la princesa, y no quedó al pobre Oxigeno otro recurso que tomar la mujer abandonada y con ella convertirse en agua. Semejante historia difiere de una parecida en la vida humana, tan sólo en que los personajes de ésta siguen inteligente y conscientemente ciertas leyes que imperan sin inteligencia individual en el reino mineral. No hay más que una Conciencia y una ley de Armonía en el mundo, y conforme á ella surgen consonancias y disonancias en los tres reinos de la naturaleza.

La influencia de la luz de la verdad es un veneno para los conceptos erróneos que existen en la mente, y los pensamientos terrenos son impurezas para la mente que aspira al reino de los cielos. Los malos deseos crean los malos pensamientos y dan origen á las malas acciones; los buenos deseos procrean sus especies, dando origen á buenos pensamientos y aspiraciones, de los cuales nacen buenos hijos. La suma de los deseos individuales del hombre constituyen la atmósfera mental que rodea al mundo en general, y á cada localidad en particular; y el estado de la mente finalmente se expresa en el plano exterior de manifestación. No es más difícil envenenar una mente con pensamientos impuros que envenenar un cuerpo con drogas, impuros es aquel que tiene muchos deseos diferentes; pura es la mente que no tiene más que una voluntad.

La medicina popular se ocupa únicamente con los efectos externos y las causas físicas; la ciencia oculta va más lejos y busca las causas fundamentales y los efectos finales, los que son muchísimo más importantes que las manifestaciones que tienen lugar en la forma física. Por ejemplo, un trato sexual ilícito no sólo ocasiona enfermedades venéreas, sino que, como durante el acto se efectúa hasta cierto punto una unión de las naturalezas interiores, un hombre que cohabita con una mujer depravada toma algunas características de ella y une hasta cierto grado el futuro Karma y destino de esta mujer al suyo. La base de la existencia de los seres humanos es aquello que, por falta de expresión más adecuada, ha sido llamado Voluntad (Espíritu ó Vida), y así como un cuerpo puede dar colorido á otro ó envenenarlo, de igual modo se efectúa una coloración y quizá un envenenamiento por una mezcla de los espíritus durante el trato sexual, siendo esta “substancia espiritual” la esencia de cada ser humano.

“Si una mujer deja á su marido, no se halla entonces libre de él, ni él de ella, pues una unión marital una vez establecida, permanece para toda la eternidad” (“De Homunculis”).

Lo que nutre á una cosa contribuye á la formación de su substancia. El cuerpo físico recibe su nutrimento del plano físico; el alma es nutrida por las influencias que proceden del alma del mundo; el intelecto se nutre, crece y se ensancha en el plano intelectual. Un cuerpo mal nutrido se enferma; un alma que se sustenta con deseos mórbidos y anhelos desordenados se deprava; una mente alimentada con teorías falsas, errores y supersticiones, se empequeñece, se pervierte y se vuelve incapaz de mirar al sol de la verdad. El alimento del alma y de la mente es tan substancial para ellos, como lo es el alimento material para el cuerpo material, el cuerpo, alma y espíritu, siendo tres estados del eterno Uno manifestado en tres planos de existencia diferentes, y siendo gobernados por una ley fundamental única. Lo que el estómago es para el cuerpo la memoria lo es para la mente. Ambos están relacionados: un estómago dispéptico es causa de una memoria defectuosa y de un genio irritable; una índole irritable es causa de indigestión y olvido; el olvido puede producir la desatención, la irritabilidad y la dispepsia. El alma, el cuerpo y la mente son uno en el hombre, y las enfermedades que existen en el uno, pueden causar impurezas en los otros; cada pasión en el hombre, cada superstición en la que cree firmemente, es capaz de envenenar su cuerpo y producir cierta enfermedad. La creencia en la salvación facilitada hace al hombre indolente, la indolencia produce la falta de dominio de sí mismo, la cual es causa de la falta de resistencia á las influencias dañosas en el plano físico. Repetidas calamidades físicas pueden hacer á un hombre cobarde, y su cobardía le impide abandonar una doctrina que por intuición sabe que es falsa. La cólera es dañosa no sólo á la salud del cuerpo, sino que destierra á la razón perturbando la mente; la ira no sólo causa la miopía mental, sino también la física, y con frecuencia un oído defectuoso es la causa de un carácter receloso.

De esta manera se pueden hacer innumerables comparaciones y encontrar analogías, y podríamos citar casos para probar la exactitud de esta teoría, si nos lo permitiese el espacio, y si fuese necesario probar por argumentos y hechos la verdad de la unidad del todo, la cual ha de ser evidente para todo aquel que se tome la molestia de buscar en sí mismo la respuesta á semejantes preguntas.

Empero lo superior no puede obrar sobre lo inferior sin un eslabón intermedio que los una; el espíritu no puede obrar sobre el cuerpo sin el eslabón conexivo del alma, ni el alma sobre el cuerpo, sino por medio de la vida. No podemos preparar por medio del amor un plato de sopa para un mendigo que perece de hambre; pero el amor mueve la voluntad y ocasiona acciones que la mente dirige, y así puede cocerse la sopa después de todo, gracias al poder del amor ó caridad. La mayor dificultad para comprender las leyes ocultas, proviene del hecho de no poder percibir las causas remotas, ni tratar de enlazarlas con los efectos últimos, sin la capacidad de ver á través de la red intrincada de causas intermedias entre las dos extremidades.

(……….) Al abandonar el alma el cuerpo físico por causa de la muerte, se lleva todos sus valores de conciencia. Al reencarnar en un nuevo cuerpo físico trae todos estos valores de conciencia, tantos buenos como malos. Estos valores son energías positivas y negativas.

Todo ser humano corriente tiene en su atmósfera astral cultivos de larvas de formas tan extrañas que la mente no puede concebir.

Los valores positivos traen salud y dicha. Los valores negativos se materializan en enfermedades y amarguras.(……). Cada defecto humano, es pues, un veneno para el organismo.

Indudablemente la energía sexual es el origen de la vida misma, por lo cual es lógico que al abusar de ella, encontremos como consecuencia la poca producción hormonal y estas son la fuente de la vida, solo hay que reflexionar en el hecho de una persona de edad al enamorarse pone en actividad las fuerzas sexuales y éstas a su vez las demás glándulas, dando como consecuencia vida. Pero los distintos yoes de la pasión animal, de los celos, del adulterio, de la pornografía, etc. hacen que la energía sexual se polarice en su aspecto negativo, se disminuya la producción hormonal y como consecuencia venga la debilidad, la enfermedad y la muerte.
Las enfermedades que provienen de las acciones é impurezas venenosas en todos los planos de la existencia.
Nada es venenoso ó impuro en sí mismo; sólo cuando están en contacto dos cosas cuyas naturalezas son incompatibles la una con la otra, puede tener lugar una acción venenosa ó producirse una condición impura.

Referencias:
Franz Hartmann
Samael Aun Weor

Las espinacas

La espinaca es la reina de las verduras. Debería ser el alimento preferido de los estómagos débiles. De las personas anémicas, linfáticas. Contiene mucho hierro. Es un alimento especial y medicamento para curar la anemia, la arterioesclerosis. Alimento especial para los nervios del cerebro.
Su composición química promedio en miligramos por cada 100 gramos; hierro 3; potasio 770; silicio 4; fósforo 40; magnesia 7; cloro 6. Calorías 20.Contiene las vitaminas A, B1, B2, C Y PP.
De gusto alcalino, es un buen laxante. Conviene por esto a los biliosos e irritables y a personas de vida sedentaria. Por ser laxante, hace también que se use mucho para limpiar la piel y renovar las manchas del rostro producidas por elementos biliares.
El caldo de espinacas hervidas cura inflaciones intestinales. El jugo crudo de espinacas es un tónico especial para niños, para personas débiles y convalecientes y en los casos de consunción. Las espinacas crudas están especialmente indicadas en todas las enfermedades artríticas, cura reumatismo circular y neuralgias.
EI agua en la cual se han cocido las espinacas no se arroja, pues sirve para cocer la carne y hacer la sopa.

Un modo de prepararlas es el siguiente: se cuecen en agua con sal, se secar y se escurren bien para que no quede agua, se ponen en una cacerola er la cual ya se habrá puesto de antemanca freír un poco de mantequilla , aceite, perejil y cebolla bien triturada. Se revuelven de vez en cuando para que no se peguen al fondo, se cuecen y se sirven. Es un deber recomendar este precioso alimento que Dios nos ha dado, verdadero tesoro entre las hojas comestibles, y que tan útil es especialmente para los estreñidos, artríticos, anémicos y que tanto ayuda a la digestión de legumbres y harinas.


La espinaca y la protección de la vista


La espinaca y otras verduras como el maíz dulce, la col y el brócoli son ricos en una sustancia química llamada luteína que, junto con otro carotenoide, la zeaxantina, forma una sustancia amarilla aceitosa, en el punto central de la retina, que se conoce como mácula. Los carotenoides son compuestos químicos de la familia del caroteno, precursores de la vitamina A. Se piensa que este aceite amarillo, llamado pigmento macular, protege la mácula de la degeneración relacionada con el envejecimiento, o AMD (de las siglas en inglés de Aging Macular Degeneration), una enfermedad que, según estudios en el Reino Unido, afecta al 12 por ciento de los hombres y al 29 por ciento de las mujeres de más de 75 años de edad.

Puesto que el pigmento macular se obtiene totalmente de nuestra dieta, es de esperar que el consumo de alimentos que contienen cantidades elevadas de estos compuestos aumentará la presencia de pigmento macular, ayudando así a retardar el proceso degenerativo.

La AMD es una enfermedad devastadora, en la que las víctimas pierden lentamente la visión central, haciendo virtualmente imposibles la lectura y la mayoría de las actividades diarias. Los factores de riesgo principales para la enfermedad son la edad y los factores hereditarios, pero también se asocia a factores controlables como dietas pobres, el hábito de fumar y la obesidad. Tener mediciones de su pigmento macular y conocer mejor la salud de sus ojos, podría ser el primer paso hacia un cambio en el estilo de vida para muchas personas.

domingo, 10 de agosto de 2008

Medicina y cristianismo


La medicina, desde sus remotos orígenes, fue un oficio sagrado y una función sacerdotal. Pero sólo con el cristianismo logrará superar el sentido supersticioso-mágico que tuvo en los pueblos primitivos, alcanzando la plenitud de su significado religioso y espiritual.
Según nos refiere don Sergio Peña y Lillo, Jesús de Nazaret, en su vida pública, hizo dos cosas: enseñó su Evangelio y fue médico; mostró el camino de la redención del alma y venció la enfermedad del cuerpo y aun la muerte. Incluso, el propio Misterio Pascual -sentido último de la fe cristiana- puede estimarse como una suerte de medicina mística, ya que implica la restauración de esa herida sobrenatural del hombre que fue el Pecado Original. Pero Jesús -como señala acertadamente Bernard Tyrrell no mejoró enfermos sólo para mostrar su poder sobrenatural, ni siquiera por mera caridad o compasión. Lo hizo porque Él era la vida y, por lo mismo, su plenitud la que conlleva -necesariamente- la salud, la armonía anímico-organísmica y la felicidad.
Se ha dicho, desde esta perspectiva, que en los tres simbólicos regalos que los magos del Oriente le ofrecieron a Jesús recién nacido, ya estaba prefigurada su vocación de terapeuta: el oro para el rey; el incienso para el sacerdote y la mirra para el médico
El ilustrado Dr. Jorge Cárdenas Arévalo nos ilustra un pco mas respecto a la relación entre el cristianismo y la medicina:
"San Lucas era médico ...,posteriormente la fuerza espiritual de los santos y mártires se trasmite a través de las reliquias y posteriormente aparecieron los santos protectores, y los santos especialistas de patologías especiales. Desde entonces ya se consideraba deber cristiano atender a los enfermos con generosidad y amor al prójimo. El año 326 por el Edicto de Milán, cuando el Emperador Constantino declara el Cristianismo como religión oficial de Roma, se fundan Iglesias, monasterios, en donde la caridad para el doliente, la misión sanadora del cristianismo y la fe, es lo más importante. La asistencia por amor al enfermo, hace que los creyentes aumentaran rápidamente, así es como se funda el monasterio de Oriente por San Pacomio (292 – 348) donde se trataban enfermos, también se funda el hospital de Cesarea Capadocia por el obispo Basilio, conocida como la ciudad hospitalaria."

En Occidente, el Fundador de la Medicina Monástica fue San Benito de Nursia (480 – 547), funda el monasterio de Monte Cassino (529) donde se inicia la medicina monástica ; este monasterio tenía por regla obligatoria: "La Regula Benedicti" "Ora y trabaja en la asistencia de enfermos antes de todo y sobre todo", también San Benito de Nursia, fundó el monasterio de Subiaco, dedicado a San Cosme y San Damian, quienes en los años 300 , sufrieron la persecución de Dioclesiano, según la tradición cristiana, efectuaron el primer transplante de la historia de la medicina trasplantaron la pierna amputada de un hombre negro apenas muerto, a un hombre blanco con la pierna gangrenada, fueron los patronos protectores de médicos y boticarios.
En estos múltiples monasterios dedicados a la sanación, nace la necesidad de que los novicios y monjes tuvieran una preparación y conocimientos médicos, ya que desde Montecassino, atender un enfermo no solo era dar de comer o beber sino también aliviar sus dolores, medicarlos, curar sus enfermedades internas, las más difíciles de entender por falta de conocimientos médicos que no se podían improvisar, por lo que la enseñanza médica se instituye en los monasterios, para los novicios que querían seguir las obras de Cristo. Al inicio la asistencia médica se limitaba dentro del monasterio, posteriormente el monje – enfermero – médico,- sale a curar enfermos entre la población y en el campo. Entre los muchos méritos de aquellos monjes médicos cristianos, está el haber guardado, conservado, copiado y traducido antiguos códigos, textos y escritos de medicina, en sus celdas y en las bibliotecas, copiaban sobre pergamino con paciencia y pericia los textos de Galeno, Celso, Oribacio, Aureliano, Rufo de Efeso, los de Plinio, no sólo en un monasterio, sino en todos los monasterios, los religiosos tradujeron al latín, todos los conocimientos greco – latinos, destacando Cassiodoro "El Herudito", que fundó su monasterio en Calabria, donde se desarrolló una escuela médica –monástica, en Vivariun, se funda "El Scriptorium", aquí se rescataron, tradujeron y copiaron las obras de Hipócrates como la "Naturaleza Médica", a Dioscorides, Galeno y muchos otros, Cassiodoro escribió una Enciclopedia de Historia Natural.
Isidoro de Sevilla (560 – 636), Obispo, médico, escribió "Etymologierum Libri XX" recopila todo el saber de su época, sobre las artes y ciencias, sobre el cuerpo humano, dietética, en el se da un lugar destacado a la medicina, que debía ser enseñada en las escuelas, este libro constituía el Trivium (gramática – retórica y dialéctica), y el Cuadrivium (aritmética, geometría, música y astronomía) además de la física y la medicina, tuvieron gran difusión y sirvieron como textos de enseñanza casi mil años, formando la triada clásica : La Dieta : modo de vida sana; La Pharmacia : doctrina de los medicamentos y La Chirugia : intervención quirúrgica con instrumentos. Isidoro destaca mucho la Tuitio o Profilaxis y la Restauratio Terapia y reclama que el médico debe conocer y cumplir tres misiones fundamentales en sus actuaciones: la Anamnesis es decir realizar el Praeterita Agnocere- estudiar el pasado del enfermo- hacer el diagnostico o conocer el presente: Praesentia Scire, y hacer el pronóstico : Futura Praevidere.
Nos escribe sobre el simbolismo cristiano y la musica. En esta época por amor a Cristo, se crearon tanto monasterios como numerosas instituciones para el cuidado de los enfermos. Así tenemos: Ifirmarium, para monjes enfermos; Ptochia, para cuidar a los pobres; Gerontochia, para cuidar a los ancianos; Xenodochia, para los extranjeros; Brephotrophia, . para los expositos ,Orphanotrophia para los huérfanos, Nosocomia, para los enfermos y Exinodochium Leprosorum, para los leprosos.

El nombre Hospital aparece recién en el siglo VIII por el Papa Esteban II. Santa Elena, madre de Constantino, en el año 330, fundó un hospital en Constantinopla, pero también a lo largo del Imperio de Occidente y del Imperio de Oriente, se fundan muchos hospitales.
El Cristianismo, pasa a ser el nexo cultural –religioso y médico entre Oriente y Occidente, lamentablemente las divisiones y disputas teológicas irreversibles, tuvieron gran influencia en la historia de la medicina.
Nestorio, patriarca de Constantinopla, a partir del Consilio de Efeso en el 431, fue destituído como Patriarca y expulsado a Antioquía en la Mesopotamia; Nestorio, hombre inteligente, formado también como médico, en su exilio fundó la escuela Médica de Edessa en Asiria y Mesopotamia; después los nestorianos (monjes – teólogos y médicos seguidores de Nestorio), se marcharon a Persia, llevándose todos los textos escritos, donde fundaron la Escuela Médica de Gondishapur, que floreció durante varios siglos con sus hospitales y donde se tradujeron los escritos griegos y antiguos al latín y al árabe, los nestorianos fueron los que más influyeron en la medicina Arabe.
Vemos pues como en Oriente y Occidente, los cristianos fueron los guardianes de los conocimientos desde los Sumerios, griegos, egipcios y romanos, los cuidaron, copiaron y tradujeron, y luego, los difundieron, para llegar hasta la actualidad en que todavía se estudian.
Aurelio Casiodoro, secretario de Teodorico El Grande, sacerdote, médico, recomendó los estudios de Hipócrates, Galeno, Dioscorides y Celio Aureliano, en los múltiples monasterios cristianos que se multiplicaron por Europa y Asia, especialmente en Inglaterra, Francia, España, Italia, la Germanía, donde se aseguró el predominio de la Medicina Monástica.
Alejandro de Tralles escribe varios libros sobre Patología y tratamiento de cada uno de los órganos y regiones corporales en su "Therapeutika" describe las enfermedades "De la cabeza a los pies".
Los monjes médicos son expertos en plantas medicinales muchas de las cuales se cultivaron en el propio monasterio, el primer escrito de medicina monacal es la "Farmacopea de Lorsch" (795), también
en el "Hortulus" obra de Walahfid se describe los,placeres y utilidad de las plantas desde Dioscorides, Plinio el Viejo hasta sus propios estudios sobre el valor de los vegetales también se relatan los estudios y cuidados del monje benedictino Rabano Mauro con su obra naturista "De Universo" sobre las plantas medicinales.
Hasta aquí la docta elucidación del doctor Cárdenas Arévalo.
Nos queda aquí acotar que para el conocimiento de la medicina espiritual nos resultara muy útil comprender el funcionamiento del mismo a partir de la percepción real de la sustancia y el don designado por el mismo Dios. Tal como decía Paracelso: "Aquel que puede curar enfermedades, es médico. Ni los emperadores, ni los papas, ni los colegios, ni las escuelas superiores pueden crear médicos, pueden conferir privilegios y hacer que una persona que no es médico aparezca como si lo fuera, puede darle permiso para matar, mas no pueden darle poder de sanar, no pueden hacerlo médico verdadero si no ha sido ya ordenado por Dios”. (Paracelso)
Por su parte el maestro nos explica: Para ser médico verdadero se necesita tener sabiduría. La palabra “uisdom” (sabiduría) se deriva de vid (ver) y de don (juicio) Aquí se alude a lo que se ve con los sentidos del alma y del INTIMO; a los juicios sabios, fundamentados en esas percepciones ultra-sensoriales, y no simples intelectualismos dogmáticos, a vanidosas suficiencias profesionales, ya en declinación y decrepitud.
¿Cómo puede llegar a la sabiduría aquel que no ha desarrollado la clarividencia? ¿Cómo puede ser médico de los demás aquél que no es médico de sí mismo? ¿Cómo puede sanar a los demás aquél que no está sano en su corazón?

La Maestra H. P. Blavatsky dice también con respecto a tan noble oficio: “Cuando aparecieron en la tierra hombres dotados de inteligencia superior, dejaron a este poder supremo (el intimo) obrar irresistiblemente, y de él aprendieron sus primeras lecciones. Todo lo que tuvieron que hacer, fue imitarlo, pero para reproducir los mismos efectos por un esfuerzo de voluntad individual, se hallaron obligados a desarrollar en su constitución humana un poder creativo (el Kundalini), llamado Kriyasakty en la fraseología oculta”.
Para ser médico es preciso el fuego del Espíritu Santo. Este fuego resulta de la transmutación de nuestras secreciones sexuales , a través de la castidad científica.
¿Cómo puede servir de vehículo de expresión para el “INTIMO’ aquel cuya alma está manchada por el amor al lucro y por la sed insaciable de fornicación?
El “INTIMO” en nosotros, es nuestro Maestro Interior, Dios, nuestro “Real Ser”, nuestro “Espíritu”, nuestro Yo Superior, nuestro Padre que está en secreto. El “INTIMO” es una llama inefable de la Gran Hoguera; Un fragmento del absoluto en nuestro corazón.
El “INTIMO” dentro de nosotros es aquel Ruach Elohim que según Moisés, labraba las aguas en el principio del mundo. El “INTIMO” es la “MONADA” de Carpócrates, el “DAIMON” de Sócrates, la Seidad de los tibetanos, el silencioso Gandarva o Músico Celeste de los Hindúes.
El “INTIMO” es nuestro Padre en nosotros, el Alma es el Hijo, y el Espíritu Santo es la fuerza sexual, llamada por los sabios védicos Kundalini, simbolizada en la culebra. Cuando el hombre ha desarrollado en su constitución humana ese poder del fuego, entonces es ya médico auténtico, ungido por Dios. De esta manera el “INTIMO” Divino se expresa a través del Ungido, y realiza asombrosas curaciones.
Un hombre puede haber estudiado teóricamente el organismo humano y sus enfermedades, pero esto no quiere decir que tenga el poder de sanar, porque nadie puede recibir este poder de los hombres, sino de Dios.
Por toda esta comprensión divina de la inminente relación de la salud del alma y del cuerpo físico, los sabios médicos de la antiguedad no vacilaron en dilucidar sus consonancias:
Para San Beda el Venerable (ca.675 -735).La creación es la historia de la luz que se expande en la naturaleza, que culmina en el sol, como “cabeza” del cosmos. El hombre por su parte es el sol del microcosmos, al constituir la suprema joya de todos los seres vivientes. La persona sana brilla en el “Lumen Corporis” y la enfermedad solo es el resplandor empañado. Es el precursor de la escolástica de la edad media. (Cristo es la luz que ilumina al hombre, el Sol mismo dentro del humano, y el pecado (ego) la causa de la enfermedad y la muerte. Por esto Cristo es el médico de los médicos).
Para Bamberg (ca. 800) La enfermedad puede ser beneficiosa para el hombre, cuando abre sus endurecidos sentidos, y la salud peligrosa que invariable le incita a cometer nuevas y continuas rebeldías. Recomienda cuidar el cuerpo, mientras la última decisión sobre la salud y la enfermedad corresponde a Dios.
La Escuela de Chartres es un centro importante entre los siglos X y XII. Fulberto de Chartres escribe a su discípulo Hildegario: “ Mantén limpia tu imaginación porque la limpieza del pensamiento permite ahuyentar aquellos trastornos de ánimo producidos por indisposición corporal” El ego (el yo pecador) es en sí mismo la causa de la enfermedad y de la muerte.

Sin embargo, mientras alcanzamos el don divino de la auténtica curación, debemos servirnos de la sabiduría y la caridad para obrar el bien en la salud del prójimo y de nosotros mismos, porque bien dice la palabra.

35 Tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fuí huésped, y me recogisteis;
36 Desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; estuve en la cárcel, y vinisteis á mí.
37 Entonces los justos le responderán, diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos? ¿ó sediento, y te dimos de beber?
38 ¿Y cuándo te vimos huésped, y te recogimos? ¿ó desnudo, y te cubrimos?
39 ¿O cuándo te vimos enfermo, ó en la cárcel, y vinimos á ti?
40 Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis á uno de estos mis hermanos pequeñitos, á mí lo hicisteis.
(Mateo XXV, 35-40).

La chirimoya

Me ha resultado de gran satisfacción conocer las recientes investigaciones de jóvenes estudiantes peruanos sobre las propiedades antitumorales de las semillas de chirimoya (Annona Cherimola Mill , familia de las Anonáceas, genero Annona) y el efecto de la atorvastatina en el remodelamiento ventricular.

Razón más que suficiente para referirme en esta oportunidad a esta maravillosa fruta, oriunda de los andes peruanos y ecuatorianos (en tumbas prehistóricas del Perú, se han desenterrado jarrones de terracota modelados en forma de fruta de chirimoya).


Como se sabe, además de su exquisito y exótico sabor, su gran concentración de fibra le confiere propiedades laxantes. La fibra previene o mejora el estreñimiento, contribuye a reducir las tasas de colesterol en sangre y al buen control de la glucemia (niveles de azúcar en sangre) en la persona que tiene diabetes.

Los especialistas sugieren escoger los frutos más pequeños, por su contenido de hidratos de carbono en caso de diabetes u obesidad. Además, por su riqueza en potasio y bajo aporte de sodio, resulta súmamente recomendables para aquellas personas que padecen de hipertensión arterial o afecciones de vasos sanguíneos y corazón.

Una persona que padece de hipertensión nunca debe afirmar "yo soy hipertenso". Muy por el contrario se beneficirá diciendo "yo, tengo hipertensión". Esto porque esotéricamente "el verbo crea"; vale decir uno es lo que dice y piensa de sí mismo. Afirmamdo ser enfermo solo conseguimos esclavizarnos al dolor y aferrarnos al ego tenebroso de la hipocondria y a encarnar molecularmente la enfermedad en nuestro vehículo físico.

Su aporte de potasio de la chirimoya deberán tenerlo en cuenta las personas que padecen de insuficiencia renal y que requieren de dietas especiales controladas en este mineral. Sin embargo, quienes toman diuréticos que eliminan potasio se beneficiarán de su consumo, ya que en las chirimoyas abunda dicho mineral.

La chirimoya contiene también una adecuada cantidad de vitamina C (ácido ascórbico) que resulta muy útil para fortalecer el organismo y las defensas durante el invierno

Permite y es necesaria para la generación o transmisión del impulso nervioso, el potasio que contiene además ayudará a personas que realicen actividades que influyan movimientos musculares, además del contenido calórico de sus azúcares.

LOS GAJOS DE CHIRIMOYA PARA ACELERACIÓN DEL PARTO


Antes de ingresar a hablar de recetas domesticas debemos aclarar algo que los naturistas, médicos, chamanes de feria y comadronas olvidan y que es substancial. Todo trabajo con plantas medicinales necesita que se haga la apropiada conjuración al espíritu elemental de la planta de la cual queremos beneficiarnos medicinalmente.
Todas las plantas tienen su espíritu elemental protector; y debe conjurarse a este espíritu con oraciones (por la intercesión de Nuestro Señor el Cristo) a fin de que los efectos terapéuticos sean mayores.
Es una falta de respeto utilizar una planta, fruta o tallo medicinal sin la correspondiente conjuración o, en algunos casos, con el mantram adecuado.

Con esta necesaria introducción pasamos a indicar un par de sencillas recetas:

Se pone a hervir 7 pepas de chirimoya (el 7 es cabalísticamente el número de la "organización"), durante 7 minutos en medio litro de agua . A continuación invocamos al elemental del Chirimoyo "por el poder del cristo, por la Majestad del Cristo" a fin de que interceda ante el Arcángel Gabriel. guardián de la morada de la Vida, a fin de que facilite la llegada del nuevo ser a este mundo.
Concluído esto, debemos dar de beber una taza a la parturienta. Una vez cada media hora y un máximo de tres veces.

A fin de apresurar la salida de la placenta, se quema una tusa de maíz y el carbón que se forma, se bate con clara de huevo y media cucharada de zacha anís (anicillo); tomarlo lentamente.

Estudio del Ens Astrale

Dice Paracelso: "Los astros en el cielo no forman al hombre. El hombre procede de dos principios: el "Ens Seminis" (el esperma masculino) y el "Ens virtutis" (el ÍNTIMO). Tiene por tanto dos naturalezas: una corpórea y otra espiritual y cada una de ellas requiere su digestión (matriz y nutrición)".

"Así como el útero de la madre es el mundo que rodea al niño y del cual el feto recibe su nutrición, de la propia manera la naturaleza, de la cual el cuerpo terrestre del hombre recibe las influencias que actúan en su organismo, el "Ens Astrale" es algo que no vemos pero que nos contiene a nosotros y a todo lo que vive y tiene sensación. Es lo que contiene al aire y del cual viven todos los elementos y los simbolizamos con "M" (misterium)" (Paramirum Lib. 1).

Aquí nos habla claramente el gran Teofrasto de la luz astral de los Kabalistas, del ázoe y la magnesia de los antiguos alquimistas, del Dragón volador de Medea, del INRI de los cristianos y del Tarot de los Bohemios.

Ya llegó la hora en que la "Biocenosis" estudie a fondo el gran agente universal de vida, la luz astral y su "solve et coagula", representados en el macho cabrío de Méndez.

La luz astral es la base de todas las enfermedades y la fuente de toda vida. Toda enfermedad, toda epidemia tiene sus larvas astrales, que, al coagularse en el organismo humano, producen la enfermedad.

En el templo de Alden, los Maestros sientan a sus enfermos en un sillón, bajo luz amarilla, azul y roja. Estos tres colores primarios sirven para hacer visibles en el cuerpo astral las larvas de la enfermedad.

Después de que los Maestros extraen estas larvas del cuerpo astral del paciente, tratan este organismo con innumerables medicamentos.

Sano ya el cuerpo astral, el cuerpo físico sanará matemáticamente, porque antes de que enfermasen los átomos físicos de un órgano, enferman los átomos "internos" del mismo órgano. Curada la causa, curase el efecto.

Toda persona enferma puede escribir una carta al templo de Alden, y recibirá ayuda de los médicos Gnósticos. La carta debe ser escrita por el interesado, y quemarse luego por él mismo, después de haberse perfumado con Incienso, en el propio acto.

La carta astral o alma de la carta quemada, irá al templo de Alden. Los Maestros de la sabiduría leerán la carta y asistirán al enfermo.

Debemos tener nuestras casas aseadas, tanto en lo físico como en lo astral. Los depósitos de basura están siempre llenos de larvas infecciosas. Hay sustancias odoríferas que queman las larvas o las arrojan fuera de la casa.

Minerva, la Diosa de la Sabiduría, esteriliza los microbios del aposento del enfermo con cierto elemento alquímico que irradia mediante sistema especial. Esto les impide reproducirse.

También tiene Minerva un lente cóncavo, que aplica al órgano del enfermo, estableciendo así un foco de magnetismo perenne que produce la curación.

Debemos evitar el trato con personas malvadas, pues esas personas son centros de infección astral.

Por: Samael Aun Weor
Consultese también: El Ens astrale de Paracelsus

Enfermedades que provienen de las influencias externas: sea de la naturaleza física ó de causas más profundas, el planeta en el cual vivimos siendo un astrum (astro), y teniendo un cuerpo físico y etéreo, una vida, un alma, una mente y un espíritu.
“Los astros en el cielo no forman al hombre. El hombre procede de dos principios: el Ens seminis (el esperma masculino) y el Ens virtutis (la mónada espiritual reencarnante). Tiene por tanto, dos naturalezas, una corpórea y la otra espiritual, y cada una de ellas requiere su digestio (matriz y nutrimento). Así como el útero de la madre es el mundo que rodea al niño, y del cual el feto recibe su nutrimiento, así también la naturaleza terrestre, de la cual el cuerpo terrestre del hombre recibe las influencias que actúan en su organismo. El Ens Astrale es algo que no vemos, pero que nos contiene á nosotros y todo lo que vive y tiene sensación. Es lo que contiene el aire, y de lo cual y en lo cual viven todos los elementos, y lo que simbolizamos como M (Misterium)”, (“Paramirum”, Lib.1).
Por consiguiente, este Ens Astrorum es evidentemente Akasha, el que forma la base de todas las cosas materiales en la naturaleza física; y si se conociera la relación íntima entre la naturaleza física del hombre y la naturaleza física que le rodea, se comprendería mejor como los estados del éter omnipenetrante, los cambios de temperatura, el calor y el frío, y las condiciones eléctricas y magnéticas de la naturaleza afectan la naturaleza física del hombre, obrando internamente por medio de los cambios correspondientes que produce el microcosmo, aún cuando está protegido contra la acción directa de la lluvia, de la tempestad, de la humedad, del frío, del calor, etc., etc. Un cambio repentino de condiciones en el aire exterior puede afectar á un enfermo encerrado en un cuarto en el cual no es perceptible semejante cambio, y un día nublado produce un efecto melancólico aún en un ciego. Hay un sin fin de enfermedades que, por falta de explicación, se atribuyen á un “resfrío”, etc., mientras que, á la verdad, es la existencia de ciertas condiciones en le omni-penetrante la que causa semejantes condiciones en el cuerpo del enfermo, así, por ejemplo, los cambios de la luna, ó la posición de ésta, ó las corrientes magnéticas de la tierra, producen ciertos efectos en determinadas personas, aunque estas no sepan nada respecto de estas leyes, pues es un hecho bien conocido de los antiguos, pero que la medicina moderna ha perdido de vista casi por completo, que el hombre, aparte del orden en que están colocados sus órganos, es esencialmente un duplicado de la naturaleza, una imagen del mundo en escala pequeña, un microcosmo dentro del macrocosmo. Una presión atmosférica en él; si la naturaleza se regocija con ella; si la tempestad se desencadena en el exterior, semejantes tempestades pueden originarse en él, etc., etc. En verdad, él es tan sólo un laboratorio en que las fuerzas universales de la naturaleza hacen su obra. Aquí debemos mencionar también todas las miasmas é influencias contagiosas, bacterias, microbios, amoebae, bacilos, etc., etc., los cuales son el orgullo de los descubridores modernos, mas cuyas características, si no las formas de sus cuerpos, eran bien conocidos de Paracelso, quien los describe bajo los nombres de Talpa, Matena, Tortilleos, Permates, etc. Dice:

“Dios hace existir criaturas vivientes en todos los elementos, y no hay cosa alguna que no tenga vida. Lo que se manifiesta en el mundo visible ha tenido su origen en las regiones superiores. Sin esta generación arriba, no podría manifestarse abajo” (Lib. Meteorum. I.4).

Desde el descubrimiento de los bacilos del cólera, tuberculosis, y otros micro – organismos, que difunden las enfermedades contagiosas, muchos han opinado que la presencia de estos microbios era la causa fundamental y única de tales enfermedades; pero investigaciones aun más recientes han demostrado que la presencia de estos microbios no constituye toda la causa, pues se les ha introducido en el organismo humano sin riesgo alguno, y también han sido encontrados en personas que se habían restablecido completamente de tales enfermedades. Esto prueba que ha de haber una influencia por la cual llegan á la existencia los microbios, después de esto pueden difundirse y multiplicarse si las condiciones son favorables, y la causa fundamental de tales epidemias no es por tanto la presencia de los microbios, siendo ésta meramente un síntoma, sino las influencias que los traen á la existencia, produciendo estados de los cuales parecen demostrar que proceden de causas situadas en un orden más profundo que la naturaleza física visible, si no equivocamos la forma con el “espíritu”, del cual la forma es el símbolo.

“La ciencia humana sabe filosofar acerca de las cosas que se hallan al alcance de su observación externa; pero la Sabiduría muestra lo que hay en la Prima Materia, el conocimiento de la cual es mucho más grande y más elevado que el de la Ultima Materia (el plano físico)”. (“Meteorum” I.4).

Esta “región superior”, en la cual se originan tales influencias dañosas produciendo los miasmas y haciendo crecer los microbios, es el “plano astral” ó alma del mundo, y como los malos estados en el alma del mundo, son causados por los malos estados de la mente humana[29], se comprende como las enfermedades epidémicas, la peste, etc., no menos que las guerras, son los últimos resultados de discordancias y estados espirituales depravados en el alma de la humanidad. La verdad más grande, si se ve por medio de una mente pervertida, aparece cual caricatura y superstición; sólo se puede verla en su propia luz cuando se la comprende debidamente.

El plano astral es el plano de los deseos, emociones y pasiones, esto es, el estado de conciencia en que aquellas influencias (formas de la voluntad universal, se manifiestan como deseos, emociones, y pasiones en el organismo animal; y si penetráramos este asunto, entraríamos en el dominio suprasensual; aunque presente sin embargo, de los poderes elementales vivientes que pertenecen al alma del mundo. Si abriésemos los ojos á la percepción de los pensamientos, veríamos cómo se efectúa una continua transmisión de pensamiento entre las mentes individuales, determinando sus acciones ó influyendo en ellas, aunque no lo sean, causando no sólo enfermedades morales, locura, obsesiones y crímenes en los individuos, sino también epidemias de semejantes males. Hay un vasto campo de investigación para el psicólogo, no para aquella especie de “psicólogo” que se imagina que en todos los casos la locura es una perturbación de las funciones del cerebro por causas físicas, sino para el que puede realizar que las funciones del cerebro pueden ser perturbadas por la acción desordenada de la mente; pues aunque en muchos casos de enfermedad cerebral, es tan difícil decidir si existió primero la enfermedad de la mente ó la del cerebro, como lo sería el responder á la pregunta de ¿qué existió primero, la gallina ó el huevo? Sin embargo, una lesión de los tejidos del cerebro no tiene lugar sin causa, y esta causa en la mayor parte de los casos, procede de la esfera de las emociones y pensamientos.

Sin mente no puede haber enfermedad mental. Si la mente es algo (aun cuando fuese, según se lo imaginan algunos, el producto de la función fisiológica del cerebro), preciso es que sea algo substancial, y siendo algo substancial puede producir efectos substanciales; además, sus acciones revelan cierto orden y armonía que prueban que la mente tiene su organización. Si se perturban este orden y esta armonía, la discordia, la enfermedad y la locura serán el resultado. Sin la presencia de la mente, nada existiría; sin la conciencia en el Todo, ningún cerebro podría manifestar conciencia alguna, y esto es lo que Paracelso da á entender cuando dice:

“Todo lo que existe en esta tierra, también en el firmamento (espacio). Dios no hace ropa para los hombres, pero les da un sastre. (Las formas no se producen accidentalmente, sino que son el último resultado de la acción del poder constructivo de la naturaleza). La esencia de las cosas está oculta en el espacio; existe invisiblemente en el firmamento, y se imprime en las substancias materiales y entonces se vuelve visible entrando en nuestra esfera de percepción” (“Meteorum” I.4).

Así tenemos en el Ens Astrale un campo en que existen las causas de numerosas especies de enfermedades, la comprensión perfecta de las cuales requiere una penetración más profunda en los secretos de la naturaleza y un concepto más elevado de lo que ofrecen las ciencias naturales de nuestra época.

Por: Franz Hartman

sábado, 9 de agosto de 2008

El retorno de Ayurveda

Este antiguo sistema del cuidado de la salud tiene su origen en India hace mas de 5000 años, donde era utilizado por los reyes para mantenerse jóvenes y sanos.

¿Qué es la Ayurveda?
La palabra Ayurveda deriva de dos palabras Sánscritas "Ayur" que significa vida y "Veda" que significa ciencia o conocimiento. Ayurveda es una ciencia completa basada en el equilibrio de los tres Doshas (Vata, Pitta y Kapha) o las tres bio-energías del cuerpo. Ayurveda es la ciencia de la vida y cree en dos principios científicos: "lo similar aumenta lo similar" y "lo opuesto disminuye lo opuesto" y usa ambos para tratar las enfermedades dependiendo de la necesidad de aumentar o disminuir los Doshas causantes de la enfermedad.

Ayurveda es un sistema holístico de medicina de la India que usa un modelo constitucional basado en la constitución física y mental de cada persona. Sus objetivos son proveer una guía acerca de la dieta y estilo de vida para que las personas sanas se mantengan sanas y las personas con problemas de salud puedan mejorarla.

Ayurveda tiene varios aspectos que la hacen única: -Sus recomendaciones acerca de la dieta y el estilo de vida a seguir para mantenerse completamente sano muy a menudo serán diferentes para cada persona debido al uso de un modelo constitucional. -En Ayurveda todo se confirma con la observación, la interrogación, la examinación directa y el conocimiento extraído de los textos antiguos. -Conoce las fuerzas energéticas que influyen a la naturaleza y a los seres humanos. Tales fuerzas se llaman Tridoshas o Doshas. -Dado que Ayurveda ve una fuerte conexión entre la mente y el cuerpo, se extrae una gran cantidad de información relacionada con esta conexión.

¿En qué se basa?
Ayurveda es el primer sistema holístico que estudia el cuerpo, la mente y las emociones de la persona para diagnosticar las enfermedades, tratando los factores que las causan y no solo los síntomas de las mismas, utilizando medicinas ayurvédicas totalmente naturales.

La clave para comprender la Medicina Ayurvédica es entender que cada uno de nosotros nace con una constitución única y determinada por los tres Doshas o energías vitales del cuerpo gas (Vata), ácido (Pitta), mucus (Kapha)} y cómo se relaciona su constitución con estos Doshas que hacen posible las funciones del cuerpo: Vata = movimiento, Pitta = metabolismo, Kapha = masa corporal.

Unos Doshas equilibrados es la mejor defensa contra cualquier enfermedad. Si usted funciona bien las enfermedades no podrán arraigar, pero cuando su cuerpo se desequilibre puede caer enfermo.

Para mantener el equilibrio de los Doshas y prevenir las enfermedades la medicina ayurvédica recomienda una dieta equilibrada, ejercicio moderado, trabajo sin estrés y una felicidad sin límites.

¿En qué nos puede ayudar?
Ayurveda es un sistema médico completo, y trata con todos los aspectos de la vida, es decir, medicina interna completa, orejas, nariz y garganta, toxicología, pediatría, cirugía, psiquiatría, afrodisíacos, rejuvenecimiento.

La medicina ayurvédica es eficaz para cualquier tipo de enfermedad, desde un simple resfriado hasta enfermedades que parecen no tener curación como son la Psoriasis, vitíligo, artritis, hipertensión, hernia de hiato, colesterol, diabetes, asma, depresión, epilepsia, parálisis, síndrome de fatiga crónica… entre otras muchas.

También hay tratamientos de prevención como serían para prevenir los efectos de la menopausia, tratamientos de longevidad y rejuvenecimiento celular y para una vejez más sana.

Ayurveda también ofrece tratamientos de belleza natural para equilibrar la piel del cuerpo y de la cara evitando el envejecimiento prematuro.

Origen e historia


Hace más de 8.000 años en el Himalaya hubo un gran congreso de científicos de todas las ciencias y conocimientos que creó un sistema médico holístico para curar las enfermedades de la humanidad y para la prevención de las mismas, a esta ciencia nueva se le llamó Medicina Ayurvédica o ciencia de la vida.

Ayurveda fue desarrollándose en la India, primero era la medicina de la aristocracia y se enseñaba de padres a hijos. Budha fue quien popularizó esta medicina creando universidades, fomentando la investigación científica y publicando libros sobre medicina ayurvédica, como el Charaka Samhita, que aún hoy en día, son la base para el estudio de esta ciencia.

La medicina Asiática (Medicina Tradicional China, Acupuntura…) o la medicina natural (Homeopatía, Masajes…), han sido más influenciadas por la Ayurveda a través de los años, que la reciente medicina Europea, que fue influenciada por las filosofías Griegas y Romanas. Sin embargo, la mentalidad científica buscó las pruebas científicas y separó a la medicina Europea de su raíz original, posiblemente extraviándose en el proceso creando un potencial de dañar inintencionadamente. En años recientes nuevas investigaciones han capacitado a la medicina Alopática bucear en áreas que habían sido conocidas por la Medicina Ayurvédica durante miles de años.

Hoy en día parece que la medicina Alopática intenta volver en silencio a su punto de partida, la sabiduría de la Ayurveda, las razones por ello son muchas pero en particular pacientes y doctores intentan evitar los efectos dañinos que causan algunos tratamientos de la medicina Alopática. Las Medicinas Naturales parecen causar menores efectos secundarios.

Hoy en día, Ayurveda es reconocida mundialmente por la Organización Mundial de la Salud (OMS), por la Organización Europea de Medicinas Complementarias (EHPA), por el Centro de Medicinas Alternativas y Complementarias de EE.UU. (NCCAM) y por todos los gobiernos del mundo como la primera medicina alternativa del mundo por su valor terapéutico y por ser la promotora de la salud interna y la belleza externa de todo ser humano.

Vía: Pléyades

Las cinco causas de las enfermedades

Cinco son las causas de las enfermedades, a saber:

1° Del Ens Astrale.
2° Del Ens Veneri.
3° Del Ens Espirituale.
4° Del Ens Naturae.
5° Del Ens Dei.


Dice el Maestro Paracelso: "Todas las enfermedades tienen su principio en alguna de las tres sustancias: sal, azufre y mercurio, lo cual quiere decir, que pueden tener su origen en el mundo de la materia (simbolizado por la sal), en la esfera del alma (simbolizado por el azufre), o en el reino de la mente (simbolizado por el mercurio)". Si se desea comprender mejor este aforismo del Maestro Paracelso, debe estudiarse la constitución interna del hombre.

Si el cuerpo, el alma y la mente están en perfecta armonía entre sí, no hay peligro de discordancias perjudiciales, pero si se origina una causa de discordia en uno de estos tres planos, la desarmonía se comunica a los demás.

El SER no es el cuerpo físico; tampoco es el cuerpo vital que sirve de base a la Química orgánica; ni es el cuerpo Sideral, raíz misma de nuestros deseos; ni la mente, organismo maravilloso cuyo instrumento físico es el cerebro. El SER no es el cuerpo de la Conciencia, en el cual se fundamentan todas nuestras experiencias volitivas, mentales o sentimentales. El SER es algo mucho más recóndito.
Lo que es el SER, muy raros seres humanos lo han comprendido.

El GLORIAN es la ley y es la raíz incógnita del hombre.

El GLORIAN es el SER del SER.

El GLORIAN es la ley dentro de nosotros.

Cuando el hombre obedece a la ley, no puede enfermarse; la enfermedad viene de la desobediencia a la ley. Cuando los siete cuerpos, como si fuesen siete YOES quieren actuar separadamente, el resultado es la enfermedad.

Los cuerpos físico y vital deben obedecer al alma; el alma debe obedecer al ÍNTIMO, y el ÍNTIMO debe obedecer al GLORIAN. Cuerpo, alma y espíritu, deben convertirse en un universo purísimo y perfecto a través del cual pueda expresarse la majestad del GLORIAN.

Veamos un ejemplo concreto y simple: Si arrojamos piedras al agua, se producirán ondas necesariamente. Esas ondas son la reacción del agua contra las piedras.

Si alguien nos lanza una palabra ofensiva, sentimos ira. Esa ira es la reacción contra la palabra ofensiva, y la consecuencia puede ser una indigestión o un dolor de cabeza, o simplemente pérdida de energías, causa de alguna enfermedad futura.

Si alguien frustra un plan que tenemos proyectado, nos llenamos de honda preocupación mental. Esa preocupación es la reacción de nuestro cuerpo mental contra la incitación exterior.

Nadie duda que una fuerte preocupación mental trae enfermedades a la cabeza. Debemos gobernar las emociones con el pensamiento, y el pensamiento con la voluntad, y la voluntad con la conciencia.

Y debemos abrir nuestra conciencia como se abre un templo, para que en su altar oficie el sacerdote (el ÍNTIMO), ante la presencia de Dios (el GLORIAN).

Tenemos que dominar nuestros siete vehículos y cultivar la serenidad, para que a través de nosotros pueda expresarse la sublime e inefable majestad del GLORIAN.

Cuando todos los actos de nuestra vida cotidiana, hasta los más insignificantes, sean la expresión viviente del GLORIAN en nosotros, entonces ya no volveremos a enfermarnos.