sábado, 17 de abril de 2010

La Ciencia del Prana o la Vida misma: II parte

Ya hemos tratado de la influencia del Sol sobre la vida pero ¿ese astro es el único que influye sobre la salud y vida orgánica? Evidentemente que no, pero es el principal.
Los astrólogos nos especifican la influencia de cada uno en relación de su posición; nos llevaría muy lejos entrar en estos detalles, pero debo hacer notar siquiera la influencia de la luna.
Todos habéis oído hablar de los lunáticos, una especie de enfermos que cambian de carácter o humor con luna llena, o también de los sonámbulos que andan por techos en el mismo estado de la luna. Sabemos la influencia que tiene este satélite en ciertas manifestaciones, en la vida de la mujer, etc.
Ustedes saben que los hombres del campo, podan durante la luna nueva, pues dicen que así salen mejor los brotes: pues igual sucede con el cabello que es un adorno de la mujer, como así mismo la pestaña larga y crespa; pues en lugar de aumentar ese promontorio con el pelo de los cadáveres, que con la última moda se hacen escasos en los hospitales de Europa, cortad la punta del pelo y de las pestañas, durante algún tiempo, en luna nueva, y veréis qué resultado.
Me diréis que soy mal reclamo (el autor es calvo). Pero volviendo al tema serio y dejando establecido que la fuerza vital emanada de los astros podemos aprovecharla, debemos buscar un método para conseguirlo,
El planeta Mercurio dista del Sol 14,300.000 leguas, el azogue tiene un peso específico de 14,3.
En el afelio señalamos 69,4 de millones de kilómetros, y Mercurio, como metal es 6,94 veces más pesado que el aire. Si tomamos como unidad el diámetro de la tierra, el planeta Mercurio corresponde a 0.38 y el metal se congela a los 0.38 grados.
La densidad del planeta es de 1,37 lo mismo que el azogue líquido 1,37. o en otras palabras, tratar de ponernos en contacto con ella y eso hacemos por medio de la respiración.
De manera que el puente de unión entre la vida universal y la vida individual es la respiración, y los principales puntos en donde se ponen en contacto estos elementos, son en la superficie libre de las vesículas pulmonares y la mucosa gastrointestinal.
Ya hemos repetido que el átomo es un condensador de una enorme cantidad de energía, por consiguiente los átomos de oxígeno contenidos en el aire, al penetrar por osmosis al través del epitelio pulmonar, introducen en el organismo no solamente una partícula material o química, sino determinada proporción de la fuerza que encierra.
La atmósfera y el éter, en que estamos sumergidos son, como ya comprendimos, un inmenso océano de fuerzas cósmicas del cual tomamos la proporción necesaria por medio de la respiración.
Esta respiración nos lleva la vida a los laboratorios más íntimos del organismo para formar el protoplasma, que ya analizamos y que es la base de la célula orgánica, y como esta célula -tiene la fuerza inherente de desarrollar el germen de otra célula con iguales facultades a las suyas, resulta que el secreto de prolongar la vida, consiste en poner las células en condiciones tales, de producir otras semejantes en iguales condiciones.
Ese secreto nos revela la India con su Hatha-Yoga o ciencia de respiración. El Hatha-Yoga es una rama de la ciencia Yoga, pues conocemos el Raja-Yoga, Karma-Yoga y Gnani-Yoga; pero ellos serán tema de otra conferencia, pues el margen de la presente se hace estrecho para tan trascendental asunto.
Los viajeros que han visitado la India están acordes en haber visto en los fakires y Yogis pruebas asombrosas y que mediante poderes, que para los occidentales son inexplicables, hacen paralizar por los momentos que quieren, la pulsación del corazón; yo mismo he examinado a uno en París, que subía a voluntad su pulsación hasta 120 por minuto.
Está muy de moda la novela Nostradamus, personaje real y no simplemente novelesco, que vivió en la corte de Catalina de Médicis y que, como su hijo Miguel, ha dejado obras escritas.
Pues este personaje, lo mismo que Cagliostro o José Bálsamo, en su edad avanzada conservaba el aspecto de un hombre a los 40 años; sus secretos tenían como base las respiraciones, que se enseñaban en las iniciaciones antiguas. Existen hoy día una variedad de métodos secretos de respiración, yo conozco varios, y los únicos que me es dado ofrecer al público, son los que señala en gran parte el Yogi Ramacharaka en su obra.
Haberlas copiado todas sería una lectura de cuatro horas, que no resultaría en beneficio de mis queridos oyentes, y la práctica me ha enseñado que tal como nos la participa el Yogi, no debe ni puede seguirlas todo el mundo. Tanto para curar enfermedades o para desarrollar los poderes latentes en el hombre, es menester tomar en cuenta la constitución de cada cual, sus antecedentes y condición, el ambiente en que vive, etc. Una de las respiraciones que sí puede usar todo el mundo, y que sin -excepción dará resultado, es la purificadera, que consiste en inhalar por la nariz lentamente en tres tiempos, concentrándose primero en el bajo: vientre en seguida en el diafragma y después en el pulmón; retener el aire unos pocos segundos y expelerlo en seguida por la boca lentamente, poniendo los labios en actitud de silbar. Ese ejercicio ventila y limpia los pulmones, estimulando matemáticamente las células, tonifica los órganos respiratorios estimulando el organismo entero. Otra respiración, es la misma, combinada con ejercicios de gimnasia; tonifica los nervios y es excelente para los hombres intelectuales; pero la base de todas es la que publicó el Sr. Capdevila y las del Doctor hindú Rama Prasad, las cuales yo he experimentado durante diez años.
Todo lo que existe en el universo está compuesto por cinco Tattwas. El cuerpo humano o el microcosmos, tanto como el macrocosmos; en nuestro cuerpo ellos ejercen su influencia alternativamente, y a intervalos de tiempo perfectamente regulares.
Por consiguiente, la salud del cuerpo y la del espíritu dependen enteramente del juego regular y armonioso, del equilibrio más o menos estable de esas cinco fuerzas. Uno de los signos manifiestos de la presencia de alguna de ellas, en tal o cual lugar del cuerpo, es su color, que el vidente o el sensitivo ve, con los ojos cerrados, o lo percibe en el espacio ambiente.
El Príthvi Tattwa, es amarillo, es excitante, enardeciente por su naturaleza; su especialidad en el cuerpo humano es trabajar en la nutrición de los músculos, en el alimento de la substancia nerviosa.
Prithvi es el que anima la célula en general para reproducirse en perfectas condiciones; trabaja principalmente en los pulmones en el acto respiratorio, esa digestión del aire, la que exige 60 horas para efectuarse, durante las cuales los pulmones trabajan por turno.
La respiración experimenta cinco cambios, es decir, que ciertos fenómenos se efectúan durante cierto tiempo, en tal lugar de los órganos y durante otro período de tiempo, en tal otro lugar.
Los ocultistas llaman respiración solar a la que se efectúa por la fosa nasal derecha, y respiración lunar a la que se efectúa por la fosa nasal izquierda.
Al lado derecho, los hindúes lo han llamado sol; es el lado positivo, el que representa el principio masculino o activo.
El lado izquierdo, es llamado la luna y Shakti, el cual representa el principio femenino, hembra o pasivo. Los cinco Tattwas funcionan por turno en estos dos lados.
Entremos en detalles:
En perfecta salud, el soplo o respiración sigue los movimientos de la luna. El mes lunar como sabemos es de 30 días.
Durante 15 días nuestras noches están iluminadas y durante otros 15 están en la sombra. Durante estas dos quincenas atraviesa la luna los 12 signos del Zodiaco; permanece pues, 60 horas en cada uno.
Cuando la luna entra en el signo Aries, se respira por la fosa nasal derecha, y lo mismo sucede para cada signo impar del Zodiaco.
Cuando la luna entra en un signo par, la respiración se efectúa por la fosa nasal izquierda.
Durante las 60 horas que la luna permanece en el signo, la respiración cambia 31 veces. 60, dividido por 31, de 1 hora, 56 minutos, 7 segundos; 7 tiempos de trabajo alternativo para cada pulmón.
Si al salir el sol, notamos una u otra respiración, (respiración lunar, fosa izquierda; respiración solar, fosa derecha); estamos seguros que durante tres días tendremos la misma respiración al salir el sol.
Es necesario, entonces, suponer que acaba de espirar la víspera un período de 3 días.
Según el cálculo hecho, en las 24 horas durante las cuales se realizan 12 cambios y 2/5 uno está siempre cierto de que el 13° cambio será como el primero: después viene el cambio de signo, y con él, el cambio de la respiración. Si estamos en el período de los 15 días de noches claras, durante el primero, segundo y tercer día encontramos que a la salida del sol tenemos la respiración lunar, lado izquierdo.
Contemos una hora 56 minutos, 7 segundos y veremos que todo el resto del día la respiración alternará durante ese tiempo, sea a la derecha o a la izquierda.
I.—El primero, segundo y tercer días, respiración lunar a la salida del sol.
II.—El cuarto, quinto y sexto días, respiración solar a la salida del sol.
III.—Séptimo, octavo y noveno días, lunar en ese tiempo.
IV.—El décimo, decimoprimero y decimosegundo días, vuelve al solar.
V.—El decimotercero, decimocuarto y decimoquinto días, vuelve la lunar.
Durante las noches obscuras, tendremos:
I.—Primero, segundo y tercero días, respiración solar a la salida del sol.
II.—Cuarto, quinto y sexto días, respiración lunar, y se sigue alternando de manera que decimotercero es como el primero.
Ese ejercicio se efectúa cerrando con el dedo la fosa derecha o izquierda, según el caso, obligando a la respiración a efectuarse por la fosa libre.
Ese método de respiración es un secreto iniciático que yo conocía hace muchos años; me salvó la vida cuando fui víctima de la peste negra. Ahora lo he visto publicado ya, y por eso no tengo inconveniente en ofrecerlo a mis oyentes.
Ensayadlo los que queráis vivir muchos años y morir no de enfermedad, sirio de agotamiento físico y podréis juzgar el éxito en tan importante asunto.
Casi todos los hombres de la antigüedad hablan de una manera velada de él.
Bien lo dice el sabio Ennemoser, que los diferentes mitos simbólicos que nos transmiten la tradición o los libros antiguos, antes considerados como meras ficciones sin sentido, se ven ahora que son los más ingeniosos, así mismo tiempo las más profundas expresiones de una verdad estricta y científicamente definida de la naturaleza, por ejemplo:
Las Sagradas Escrituras o sea la Biblia, es uno de los libros, para aquel que sabe comprender su sentido oculto o esotérico, más importante que se conoce; nos dice en el Génesis, capítulo II, versículo 7. "Formó pues Jehová Dios, al hombre de polvo de la tierra y sopló en su nariz soplo de vida y fue entonces el hombre ánima viviente".
Se ve pues, que la Biblia señala como el principio de la vida el soplo que entra por la nariz.
El Bhagavad Gita y la Biblia tienen otras citas curiosas a este respecto, que podréis buscar.
El higienista Carbonel opina que la fuerza vital es causa y no efecto del funcionalismo orgánico, y siendo fuerza activa, difiere de la fuerza latente en estar polarizada o bisexuada, no siendo los sexos otra cosa que una manifestación particular de la polaridad.
Una energía en estado neutro es inmanifestada; al sensibilizarse se opera un fenómeno de desintegración.
La vida es la que resulta del influjo mutuo de ambas energías cerrando un circuito en cada ser viviente. La salud resulta del equilibrio de ambas energías, y la enfermedad, de su desequilibrio. Consideradas en su aspecto material estas energías biológicas están entificadas en huestes de microbios o células, unidades de vida que pueden ser bio-positivas o bio-negatívas.
A estos últimos la ciencia moderna los llama bacilos, microbios infecciosos y toda la sueroterapia y el tratamiento por tóxicos, aspiran sólo a su destrucción.

He ahí donde difiere el método Yoga y la Fisioterapia de la escuela alopática, pues con los medios naturales se trata de restablecer la salud fomentando la actividad de los elementos orgánicos bio-positivos, fortaleciendo el cuerpo y estimulando la energía vital.
Esta fuerza vital o llamémosla fuerza física, no es ya un mito toda vez que el eminente médico, Dr. Joire, ha inventado un aparato para precisarla y medirla; con este adelanto de la ciencia entra la fuerza vital al domino de la ciencia experimental positiva y exacta.
El instrumento ideado y construido por Joire está colocado sobre un pedestal cuya cima constituye un disco dividido como el aparato Fortín—Paraduc, en 360 grados. En el centro de la base del aparato hállase un eje de vidrio.
Una aguja, generalmente de paja, indica los grados sobre el disco, este indicador va traspasado por una punta de alambre que desciende hasta el fondo.
Uno de los brazos de la aguja, más corto que el otro, es cargado con un ligero contrapeso, casi siempre se usa algodón, que cuelga hasta abajo.
La plancha que forma el fondo está guarnecida por una pared de vidrio para resguardar la aguja de las influencias del aire.
El sujeto con que se pretenda medir la fuerza vital, debe dejar descansar su brazo sobre un cojín colocado cerca de la aguja, sin tocarla.
A los pocos minutos se ve atraerse aquella hasta marcar 15, 20, hasta 50 grados. En la comunicación presentada por Joire se ve comprobado hasta la evidencia que los resultados no pueden ser atribuidos de manera alguna al sonido, al calor, luz o electricidad.
Los experimentos han sido hechos hasta ahora generalmente en los hospitales de Francia, y Joire dice textualmente: "Des manífesíations que subit la forcé nerveiuse exteriorisée relativement a l'état de santé des sujets" y efectivamente, comprueban que un enfermo mientras va agravándose, el indicador cae, y con los progresos de la convalecencia sube. Lo más curioso es que los neurasténicos, y sobre todo aquéllos que sufren del estómago, no hacen marchar el aparato; entonces un colega, gran difusor del Hatha-Yoga y de la fisioterapia, los hace seguir un régimen, y sólo con los ejercicios respiratorios actúan sobre el instrumento. De manera que (me dirijo a Uds. falange interminable de neurasténicos) ya tenéis un remedio infalible; pero tiene para Uds. un grave inconveniente: no se vende en la farmacia, y el neurasténico necesita gastar; lo que hay tan abundante, tan barato ¿cómo va a servir? pero probadlo y dejaos de médico y botica: empezad los ejercicios respiratorios y veréis qué maravillosa curación obtenéis por vosotros mismos.
Ya han escuchado ustedes la parte, relativa al secreto de la respiración, pero aquello es insuficiente cuando nos hallamos enfermos.
Expliquemos de un modo absolutamente popular lo que es enfermedad y las causas que pueden producirla. La salud, sabemos, es, en términos generales, el funcionamiento regular de todas y cada una de las partes de las que se compone nuestro cuerpo. La Naturaleza nos ha dotado de órganos propios para la asimilación de los alimentos tanto sólidos, líquidos, como gaseosos. Por consiguiente, todos aquellos sabios que han comparado el cuerpo humano con un laboratorio químico, han dicho una de las grandes verdades que pueden comprender todas las inteligencias.
Ahora bien, cuando por una causa cualquiera como por ejemplo, temperatura o alimentación inapropiadas, se hace funcionar cualquiera de las partes del cuerpo con un trabajo anormal, el esfuerzo que este órgano nene que producir para llevar adelante una tarea inusitada se traduce en cansancio, dolor u otro trastorno, que rompe la regularidad de sus actos fisiológicos acostumbrados, y esto es lo que se llama enfermedad.

En términos generales, claro es que cuando las escorias de los alimentos no se han expelido, después de haber asimila; hoy el cuerpo lo que necesita para su vida regular, producen trastornos interiores y azolves en las vías de deshecho naturales, lo que inconcusamente, tiene que producir enfermedades.
Hace algún tiempo murió un sabio médico francés que había escrito muchas obras de medicina: al abrir su testamento para ver a quien dejaba sus manuscritos y los derechos editoriales, que podían producir grandes sumas se encontró la siguiente cláusula: "Quemad; de todo lo que he escrito, conservad sólo la tapa de una de mis obras y haced imprimir lo que he anotado al reversa de ella. Ávido de ver lo que allí se encontrara, se busco la tapa y he aquí lo que decía:
''Conservad la cabeza fresca, el vientre libre, los pies calientes y huid de los medicamentos".
!Tableau¡ se dijeron los herederos; pero esta sentencia es muy sabia: el primer concepto se consigue por medio de las respiraciones ya señaladas; el segundo, se cumple procurando evitar a toda costa los azolves, o sea la aglomeración o escorias, que dejan en nuestro cuerpo la asimilación y combustión. Para expelerles hay cuatro grandes conductos de desahogo que tiene nuestro cuerpo o sean: riñones y piel para los líquidos, intestinos para los sólidos, y boca para los gaseosos.
En la mayor parte de las enfermedades se reduce esto sencillamente a ayudarles a que funcionen.
Muchos que me escuchan esperarían algo más elevado, más científico, pues lo siento; si esto no es científico, sí es verdadero. Procurad seguirlo, los enfermos y obtendréis salud.

No hay comentarios: